Vivo insatisfecho constantemente, ya sea por naturaleza o por capricho, buscando encontrar sorpresas a diario. El problema surge cuando nos encontramos cómodos dentro de nuestra zona de confort y dudamos en salir de ella.
Como el inconforme que soy (o al menos, como me estoy autodefiniendo), he estado intentando encontrar el balance entre lo uno y lo otro, y la mejor manera para aclarar las ideas es viajando.
Al principio pensaba que la respuesta estaba en las aulas de clase; ¡qué equivocado estaba! La mejor aula de aprendizaje es la calle, en donde se forjan esas historias que nos aportan y nos enriquecen.
No le he dado la vuelta al mundo (aún), ni tampoco me he colgado la mochila, pero sí he comenzado a dar mis primeros pasos. ¿Por qué? Por la experiencia de personas que sí lo han hecho, y cuyos resultados no dejan de sorprenderme positivamente.
Estoy en Linkedin, Twitter y G+, por si quieres mantenerte al día de mis movimientos en la blogosfera.
Por último, si tienes aún más curiosidad…