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Cómo conseguir trabajo en China

Buscar trabajo en China puede ser fácil o difícil según como se plantee. El mejor aliado es internet, o preguntar a los diferentes expatriados acerca de sus experiencias. A partir de este punto, todo es añadidura y un cúmulo de experiencias particulares.

En mi caso, he tenido éxito encontrando trabajos puntuales estando en Beijing, gracias a The Beijinger. Es cuestión de buscar páginas similares en las diferentes regiones.

Otra opción es encontrar esas páginas que ofrecen oportunidades de trabajar en el extranjero como Goabroad o Escape The City. De esta última puedo hablar de primera mano que funciona, ya que estoy actualmente en China trabajando gracias a ella.

En español también se encuentran páginas como Global Asia o Trabajo en China; (como siempre, todo es probar).

Otra fuente de información es WeChat. Por esta plataforma, se pueden encontrar grupos en donde van circulando todo tipo de ofertas. Se entra al grupo por invitación, así que se debe conocer a alguien para recibirla.

El tipo de trabajo también influye. En Beijing por ejemplo, sobran las ofertas para profesores de inglés, desafortunadamente, casi todas van dirigidas a nativos de este idioma. En el interior del país, este requisito se va flexibilizando debido a la escasez de extranjeros (en Changsha por ejemplo, encontrar un “waiguoren” por la calle es rarísimo).

Otro de los trabajos que abundan en Beijing, es el de transcriptor: son personas que corrigen grabaciones de diferentes sistemas operativos. También para hacer grabaciones de diferentes frases en el idioma deseado (hay ofertas para muchos idiomas).

¿Qué otra fuente de información recomiendan?

La cabeza de la Muralla China: Laolongtou (Old Dragon’s Head)

Otra escapada que se puede hacer desde Beijing es la visita a Laolongtou, en la ciudad de Qinhuandao (Shanhaiguan).

Los billetes se pueden comprar en cualquiera de las taquillas que están repartidas por toda la ciudad (llevando siempre el pasaporte) y por cerca de 200 kuai (ida y vuelta en el tren rápido) se llega allí saliendo desde la estación principal de trenes en Beijing (línea 2)

Al llegar se debe tomar el bus 25, que sale desde la misma estación de tren (o taxi) hasta 老龙头 (Laolongtou). La entrada cuesta entre 30 y 40 kuai con carnet de estudiante.

Las vistas son realmente preciosas (a excepción de los barcos del puerto que están a mano izquierda.

Después de recorrer la muralla, se puede visitar el templo a la diosa del mar (que no está a 5 minutos caminando sobre la playa), y finalmente se puede acabar el recorrido visitando las diferentes partes de la fortificación.Shan Hai Guan 060

Como fuimos en plan “relax”, omitimos las otras dos atracciones que forman parte de la estructura. En total, costaría 80 kuais pero no está todo interconectado (como no visité las otras dos atracciones, no pongo la información porque no sé como llegar). Ahora bien, sí que recomiendo esta escapada si se está viviendo en Beijing, ya que se pasa un día agradable, y conociendo una parte de la muralla que muchas veces es desconocida para los visitantes.

EXCURSIÓN A DATONG DESDE BEIJING (PARTE 2)

Ir al Monasterio Colgante de Xuankong no resulta tan fácil como lo es ir a las Grutas de Yungang, especialmente si se cuenta con poco tiempo como nosotros.

La opción más fácil en nuestro caso fue contratar a uno de los tantos taxis “negros” que están al lado de la estación de tren de Datong, y negociar con el conductor el precio. En nuestro caso, ir y volver, con el Monasterio Colgante y la Pagoda Yingxian nos costó 60 kuais por persona (un precio bastante bueno, si tenemos en cuenta que el taxi del hotel nos cobraba 70 kuais por persona y no incluida la pagoda).

El taxi nos recogió a las 9h30 y en una hora ya estábamos en el Monasterio de Xuankong.

Este monasterio es bastante imponente, debido a que está incrustrado en la montaña y sostenido por cuatro palos. Es realmente una obra de ingeniería, si tenemos en cuenta que tiene muchos siglos.

El estar allí me causó uno que otro susto debido a la altura y a las escasas medidas de seguridad (un descuido y cualquier persona se cae por la borda). Ha sido toda una sorpresa y vale la pena pagar los 70 kuais que cuesta la entrada (para estudiantes).

Después de tomarnos las fotos de rigor (no se tarda más de una hora), fuimos al encuentro del chofer y nos dirigimos a la Pagoda de Yingxian (a 45 minutos aproximadamente).

Esta pagoda nos decepcionó bastante, ya que sólo pudimos visitar la primera planta, y no tenía nada en particular (excepto un Buda en el centro).

En la parte de atrás había otro santuario, con más Budas (después de estar una temporada en China, todos los santuarios con Budas se acaban pareciendo demasiado, que van perdiendo su encanto).

Por 25 kuais (para estudiantes), no vale la pena ir hasta allí; eso sí, al ser una zona menos visitada, sí que fuimos víctimas de la cacería al waiguoren (外国人) para las fotos (es una cosa que extrañaré de China: el ser tratado como una superstar por la calle).

Ya eran como las cuatro de la tarde, cuando tomamos el taxi de regreso a Datong, y después de pagarle al conductor, esperamos las horas restantes en un KFC para dirigirnos a la estación de tren, llegando a Beijing a las cinco de la madrugada.

Ir a Datong y visitar estas dos atracciones son totalmente recomendadas, y más si se está viviendo una temporada en Beijing.