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EXCURSIÓN A DATONG DESDE BEIJING (PARTE 2)

Ir al Monasterio Colgante de Xuankong no resulta tan fácil como lo es ir a las Grutas de Yungang, especialmente si se cuenta con poco tiempo como nosotros.

La opción más fácil en nuestro caso fue contratar a uno de los tantos taxis “negros” que están al lado de la estación de tren de Datong, y negociar con el conductor el precio. En nuestro caso, ir y volver, con el Monasterio Colgante y la Pagoda Yingxian nos costó 60 kuais por persona (un precio bastante bueno, si tenemos en cuenta que el taxi del hotel nos cobraba 70 kuais por persona y no incluida la pagoda).

El taxi nos recogió a las 9h30 y en una hora ya estábamos en el Monasterio de Xuankong.

Este monasterio es bastante imponente, debido a que está incrustrado en la montaña y sostenido por cuatro palos. Es realmente una obra de ingeniería, si tenemos en cuenta que tiene muchos siglos.

El estar allí me causó uno que otro susto debido a la altura y a las escasas medidas de seguridad (un descuido y cualquier persona se cae por la borda). Ha sido toda una sorpresa y vale la pena pagar los 70 kuais que cuesta la entrada (para estudiantes).

Después de tomarnos las fotos de rigor (no se tarda más de una hora), fuimos al encuentro del chofer y nos dirigimos a la Pagoda de Yingxian (a 45 minutos aproximadamente).

Esta pagoda nos decepcionó bastante, ya que sólo pudimos visitar la primera planta, y no tenía nada en particular (excepto un Buda en el centro).

En la parte de atrás había otro santuario, con más Budas (después de estar una temporada en China, todos los santuarios con Budas se acaban pareciendo demasiado, que van perdiendo su encanto).

Por 25 kuais (para estudiantes), no vale la pena ir hasta allí; eso sí, al ser una zona menos visitada, sí que fuimos víctimas de la cacería al waiguoren (外国人) para las fotos (es una cosa que extrañaré de China: el ser tratado como una superstar por la calle).

Ya eran como las cuatro de la tarde, cuando tomamos el taxi de regreso a Datong, y después de pagarle al conductor, esperamos las horas restantes en un KFC para dirigirnos a la estación de tren, llegando a Beijing a las cinco de la madrugada.

Ir a Datong y visitar estas dos atracciones son totalmente recomendadas, y más si se está viviendo una temporada en Beijing.

Excursión a Datong desde Beijing (parte 1)

Después de la Muralla China, y ya contando los días para finalizar la aventura en Beijing, la otra excursión pendiente era Datong, para poder visitar las Grutas de Yungang y el Monasterio Colgante.

Para ir a Datong se necesita tomar un tren (que es una aventura en sí misma), y es preferible estar allí al menos dos días, para no ir con las prisas.

El tren sale desde la estación de Beijing (oeste) y los billetes (ida y vuelta) cuestan alrededor de 200 kuais. Es preferible comprarlos con antelación, revisar los horarios en la web y comprarlos directamente allí (los extranjeros, hasta donde yo sé, no podemos comprar en los diferentes puntos que hay por la ciudad actualización: sí que podemos; hemos comprado unos billetes para Tianjin y no tuvimos ningún problema). El viaje dura aproximadamente 6 horas, y es aconsejable viajar de noche, así se aprovecha el día y no se debe pagar más noches de hotel.

Viajar en un tren chino, con 6 literas sin puerta puede ser a primera vista bastante “particular”, pero cuando se viaja en grupo, la experiencia en sí es muy divertida.

Nosotros compramos bastante comida para llevar, así no pasamos hambre durante el camino, y casi todos dormimos bien, así que no hay queja.

Después de tener los billetes de tren, hicimos la reserva de una noche de hotel, y poca cosa más. El resto del viaje lo hicimos sobre la marcha.

Al llegar a Datong, lo primero que hicimos fue reponer fuerzas en un KFC que está muy cerca de la estación de tren (a las 9 de la mañana aproximadamente), y casi al frente está la parada de bus que lleva a las Grutas de Yungang. Si se toma el bus 1 (que es una especie de bus que va “directo” cuesta 2 kuais, sino, el bus 3 es el que usualmente los turistas toman, y cuesta 1 kuai); el trayecto dura una hora y la última parada son las cuevas.

La entrada para ver las Grutas de Yungang cuesta 130 kuais pero con carnet de estudiante cuesta 60 kuais (o 75 kuais; pero vaya, casi la mitad).

Desde que he estado en Beijing, esta atracción es de lejos la mejor en la que he estado. Los Budas tallados en piedra son preciosos, y ver las cuevas en sí produce una sensación de inferioridad, al ver la grandeza de las construcciones.

Al seguir el camino se llega al museo (que está incluido) y se puede aprovechar para descansar un rato.

Saliendo de las cuevas, se puede aprovechar para comer algo, y finalmente se toma el autobús en la misma parada.

En nuestro caso, nos dirigimos al hotel (eran las dos de la tarde) y recorrimos un poco el centro de la ciudad.

Datong está rodeada de una muralla y es muy interesante recorrer el barrio antiguo (la parte interior), que toma muy poco tiempo.

Finalmente cenamos platos típicos en un restaurante ubicado en el centro y nos dispusimos a descansar para ir al Monasterio Colgante al siguiente día.